Cantar para la Tierra hoy
La versión original del siguiente texto se recibió en 2007, 10 años después del nacimiento oficial de Gaiayoga y las primeras células. En ese momento, se envió a todas las células como parte del Correo a las Células semanal.
Su mensaje nos pareció más relevante que nunca. Ha sido ligeramente revisado en cuanto a forma y algunos detalles concretos.
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Mensaje a las células
Es el tiempo de clarificar algunos aspectos del trabajo de las células.
La emergencia planetaria de los inicios sigue presente. La Tierra y su humanidad siempre necesitan voluntarios para ayudarlos a dar el siguiente paso.
El trabajo no ha cambiado: hacer circular la energía purificando nuestro ser, para provocar el descenso de los cristales dentro de la Tierra, que ella sabe qué hacer con ellos.
¿Cómo hacemos esto?
Cantamos (los cantos, mantras y cantos sagrados del Gaiayoga) mirándonos a los ojos y luego compartimos. Pero hoy, más de 20 años después del nacimiento del Gaiayoga, ¿cómo cantamos? y ¿cómo compartimos?
Nuestra intención sigue siendo pura, pero somos humanos, y en esta etapa en la que estamos es normal que se instale cierta rutina, o cierta complacencia.
Así que con toda humildad, retomemos las bases.
Sobre los cantos
Cada canción tiene una vibración, una energía, contenida en la letra, la melodía y el ritmo. Cada canción es un ser. Respetémoslo y dejemos que haga su trabajo. Hagamos todo lo posible para cantar las letras correctas, con las notas correctas y con el ritmo correcto.
No se trata de un espectáculo, tampoco de « cantar bien ». Es un acto de conciencia que permite que el ser canto tome toda su forma y que el ser humano que lo canta se acerque un poco más a su esencia, borrando su personalidad para enfocarse en el servicio al Todo.
Cada canción viene con una intención. Esto nos ha sido transmitido por la Fuente para ayudarnos a dar vida a la canción, a darle todo su poder y permitir que nos ayude en nuestro trabajo de transformación.
Sabes por experiencia que cantar una canción con intención lo cambia todo. Sabes cuánto aumenta su potencia y cuánto efecto tiene en tí.
Utiliza los libros que están a tu disposición: relee los textos sobre la célula, sobre las canciones en general.
Lee siempre la intención de cada mantra, canto sagrado o canto antes de cantarlo.
Mejor aún: responsabilízate aprendiéndolos, no de memoria, sino yendo en busca de su esencia y compartiéndolos con tus propias palabras. El Guardián de la célula hará esto primero y se asegurará de que la intención sea completa.
Utiliza también el CD que acompaña a estos libros. Escúchalo, respira cada canción. Úselo para aprender las melodías y los ritmos. También puedes usar un teclado pequeño para obtener la nota correcta.
Aquí también, el Guardián de la célula se asegurará de que se respete la energía de la canción. Pero cuidado: cada uno de vosotros es responsable de hacer su trabajo individual. Y que no haya malos entendidos: no se trata de formar un coro profesional. Ahora y siempre se trata de cantar con nuestro corazón (energético) y mostrar humildad y conciencia.
Que todos lo hagan lo mejor que puedan. Ten cuidado con la tendencia natural de los seres humanos a juzgar a los demás por no cantar afinados o por tener dificultades con el ritmo. Mantente en la humildad de un trabajo compartido.
Por último, nunca olvides la parte sutil de tu ser. Canta mientras llenas de sonido todos tus cuerpos energéticos, ¡y no olvides que también los tienes dentro de ti!
Pídele ayuda a tu Guía y permanece atento a tu cristal en todo momento. Será de gran ayuda para cantar bien y con el ritmo correcto.
Sobre compartir
Compartes para hacer circular la energía que ayuda a hacer vibrar el cristal. Compartes para construirte. Compartes para purificar tu ego. Sabes todo esto bien.
Lo que a menudo olvidas es que compartir tiene lugar en el momento presente. Comparte lo que está ahí, ahora mismo, para beneficiarte de la energía que está ahí para ti. Es ella quien te construye, quien circula, quien purifica tu ego.
Respira bien esto.
El trabajo principal de las células es cantar. Así que canta con todo tu corazón, todas tus entrañas, toda tu conciencia. Luego mantente a la escucha de lo que te surja, aquí y ahora, y compártelo con simplicidad, consciente del cristal central y del trabajo que tienes por delante.
Si nada aparece en tu conciencia, inhala la energía que está presente y escucha con todo tu ser el compartir de los demás. Si vuelves a caer en lo viejo, acéptate, no te juzgues a ti mismo y no juzgues a los demás.
Respiraos los unos a los otros para ayudaros a dar este paso y perseverar en el camino elegido.
Recuerda que tu trabajo de transformación nunca es personal. Cada paso que das contribuye a transformar a toda la humanidad a través de la construcción cromática; cada paso te acerca a tu esencia: la de un ser co-creador, contribuyendo a la transformación de tu planeta Tierra junto a todos los seres que han elegido la Luz.
Anotad esto en vuestras células e id en paz.
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La Fuente nos transmitió estas palabras a través del vehículo humano de Anna. Hemos revisado el texto y aclarado algunos puntos y os lo enviamos ahora para vuestro trabajo en la célula. Esperamos que todos vosotros apoyéis al guardián de vuestra célula en los esfuerzos que tendrá que hacer para darle vida a este texto durante vuestras reuniones.
Unidos en la construcción cromática, os saludamos y agradecemos vuestro trabajo continuo,
Reine-Claire y Mario-Gaal